VBAC es un acrónimo que significa parto vaginal después de cesárea. Se refiere a una mujer que da a luz a un bebé por cesárea pero luego tiene un parto vaginal en un embarazo posterior. Antes se creía que si una mujer tenía un parto por cesárea, todos los bebés futuros debían nacer de esa manera. Sin embargo, hoy en día, las mujeres pueden optar por un parto vaginal después de una cesárea (VBAC).

En comparación con los partos por cesárea, los partos vaginales (incluido el PVDC) tienen la ventaja de una recuperación más rápida, estadías hospitalarias más cortas, menos complicaciones en futuros embarazos, menos admisiones en la UCIN, menores tasas de infección y menores tasas de hemorragia. El Dr. Worley reconoce estos beneficios y se enorgullece de tener una de las tasas de cesáreas más bajas en Florida Central y promueve los partos vaginales y el PVDC.

No todas las mujeres que han tenido una cesárea pueden tener un parto sin problemas. Los proveedores de Alliance Obstetrics & Gynecology Group siguen las pautas del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) sobre quiénes deben y quiénes no deben tener un parto después de una cesárea previa. En general, las pacientes no son candidatas a un parto vaginal después de una cesárea si tienen alguna de las siguientes características:

Si bien los PVDC son generalmente más seguros que las cesáreas repetidas, no están completamente libres de riesgos. El riesgo más significativo asociado con un PVDC es la “ruptura uterina”. Ocurre en menos del 1% de las mujeres en trabajo de parto con una cesárea previa, la ruptura uterina ocurre cuando la cicatriz anterior se abre durante el parto. Es una emergencia y, sin una intervención rápida, puede provocar complicaciones o incluso la muerte de la madre o el bebé si no se reconoce y se trata rápidamente. Esto es más probable que ocurra en entornos hospitalarios rurales sin el apoyo o la experiencia del personal adecuados. Nuestros proveedores tienen años de experiencia con PVDC y todos los hospitales con los que estamos afiliados cuentan con un colega obstetra-ginecólogo certificado las 24 horas del día. Si es necesario, estos colegas pueden intervenir rápidamente y notificarnos si surge una complicación.

La mayoría de los estudios demuestran una tasa de parto vaginal del 60-80% en mujeres que intentan un PVDC. La probabilidad de éxito varía según las características demográficas y obstétricas individuales. Las mujeres cuya primera cesárea se realizó porque el cuello uterino dejó de dilatarse o el bebé nunca bajó al pujar, tienen menos probabilidades de tener éxito en su intento de un PVDC. Aquellas que previamente tuvieron un parto vaginal exitoso o cuya cesárea se realizó por razones relacionadas con el bebé (presentación de nalgas, problemas de frecuencia cardíaca durante el parto) tienen más probabilidades de lograr un parto vaginal. La mayor probabilidad de éxito de un PVDC se da en mujeres que entran en trabajo de parto espontáneamente antes de las 40 semanas. Después de las 40 semanas de embarazo, las probabilidades de un PVDC exitoso son bajas y el riesgo de cesárea aumenta debido a que el bebé es más grande y la placenta no funciona tan bien para satisfacer los requisitos de oxígeno del bebé durante el parto. Para las pacientes que todavía están embarazadas a las 40 semanas (o para mujeres que necesitan dar a luz antes de las 40 semanas debido a ciertas condiciones médicas o complicaciones del embarazo), nuestros médicos ofrecen la inducción del parto como una alternativa a la cesárea repetida.