En general, la infertilidad se define como la incapacidad de concebir dentro de los 12 meses posteriores a una relación sexual sin protección. A las mujeres de 35 años o más se les diagnostica infertilidad después de 6 meses de intentarlo activamente. La infertilidad puede ser primaria (la pareja nunca ha tenido hijos) o secundaria (la pareja ha podido tener hijos en el pasado, pero ahora no puede concebir).

Existen numerosos problemas que pueden causar infertilidad. En aproximadamente el 30% de los casos, el problema está relacionado con la pareja masculina. En otro 30% de los casos, el problema está en el sistema reproductor femenino. En otro 30% de los casos, existe una combinación de infertilidad masculina y femenina. El 10% restante es infertilidad sin explicación.

La infertilidad masculina puede deberse a factores hormonales o relacionados con el estilo de vida que afectan la concentración (cantidad), la motilidad (movimiento) o la morfología (forma) de los espermatozoides. Estos factores pueden incluir ciertas afecciones endocrinológicas, medicamentos, calor, sustancias químicas o el consumo de tabaco o cannabis. Además, puede haber problemas estructurales como un varicocele (vena varicosa del testículo) o un hidrocele (quiste lleno de líquido en el testículo).

Trastornos de la ovulación: ovulación irregular o ausente, generalmente causada por trastornos endocrinos, problemas de peso o estrés crónico. Síndrome de ovario poliquístico (SOP): una afección endocrina común que a menudo impide la ovulación. Reserva ovárica disminuida (DOR): cuando el suministro de óvulos de una mujer disminuye debido a la edad, la genética o un daño. Trompas de Falopio bloqueadas o dañadas: impiden que un óvulo entre en contacto con el esperma, a menudo debido a la endometriosis o antecedentes de ETS. Endometriosis: una afección en la que el endometrio (revestimiento uterino) crece fuera del útero y causa dolor crónico, inflamación e infertilidad. Irregularidades uterinas: incluye malformaciones congénitas, adherencias, fibromas, pólipos o inflamación crónica que causan infertilidad o abortos espontáneos recurrentes.

Durante su visita inicial con nosotros, nuestro equipo se reunirá con usted para hablar sobre muchos aspectos relacionados con su historia y la de su pareja. Esto incluirá sus antecedentes médicos y quirúrgicos, cualquier embarazo previo que haya tenido uno o ambos, antecedentes ginecológicos, antecedentes menstruales e historial sexual. También revisarán aspectos como sus medicamentos actuales, alergias, vacunas anteriores y hábitos de vida. Todo esto les ayudará a determinar qué pruebas de fertilidad necesarias deberán realizar ambos para averiguar por qué tienen dificultades para concebir.